Los puntos Parker son para el mundo del vino el equivalente a las estrellas Michelin para la alta cocina. Quizá no sea el baremo más democrático para identificar la excelencia en el mercado vinícola, pero sí que es el más influyente.
Llevan el nombre de Robert Parker, un exabogado estadounidense que decidió dejar atrás los pleitos para dar rienda suelta a su gran pasión: fundar una revista, The Wine Advocate, para probar y puntuar –sobre una escala de 100– los mejores vinos del mundo con absoluta independencia, sin dejarse llevar por los intereses comerciales de los grandes grupos bodegueros.
Su influencia, especialmente desde los años 90, ha sido decisiva para la industria y los consumidores: recibir 100 puntos Parker puede cambiar para siempre el destino de un vino, una añada, una bodega o incluso una región entera.
Gracias a The Wine Advocate, por ejemplo, se desató una fiebre mundial por hacerse con cualquier Burdeos de 1982. Y en España tenemos el caso de Termanthia 2004 de Bodega Numanthia (D.O. Toro) que, tras recibir la máxima puntuación en 2007, se convirtió en uno de los vinos más demandados de nuestro país, puso sobre el mapa a la uva tinta de Toro y, un año después, LVMH (Louis Vuitton-Moët Hennessy), la mayor empresa mundial especializada en el mercado del lujo, adquirió la bodega entera (sigue siendo la única del grupo en España).
Robert Parker lleva ya dos años desvinculado de la revista, pero la publicación goza aún de buena salud. Hoy en día, de las puntuaciones de los vinos de España (también de Chile y Argentina) se encarga Luis Gutiérrez, un antiguo informático que ahora es probablemente el crítico más influyente de nuestro país.
Los vinos españoles que han llegado a los 100 puntos Parker no son demasiados y, por si lo dudabas, alcanzan precios prohibitivos para la mayoría, pero siempre merece la pena hacer un repaso por algunos de los más importantes y relevantes, por si algún día quieres darte un verdadero homenaje:
Castillo Ygay Blanco Gran Reserva Especial 1986 (Marqués de Murrieta)
En 2016 se convirtió en el primer vino blanco español en alcanzar los 100 puntos Parker y este mismo año ha sido elegido por los más de 40 millones de usuarios de Vivino, la principal app en torno al mundo del vino a nivel mundial, como el mejor blanco del mundo.
En su momento Luis Gutiérrez aseguró que se trataba de “uno de los mejores vinos blancos que he probado en toda mi vida”, y que íbamos tardar por lo menos una década en volver a ver una añada de esa calidad.
De acuerdo a Marqués de Murrieta, la bodega responsable y la primera que se fundó en La Rioja (1852), tras pasar 252 meses en barricas de roble americano de 225 litros y 67 meses en depósitos de hormigón, este vino se afinó luego en botella durante más de tres años, hasta alcanzar, 30 años después de la recogida de su uva, su mejor expresión.
Remírez de Ganuza Gran Reserva 2004
Desde su fundación en 1989, Remírez de Ganuza se ha consolidado como una de las bodegas de referencia en Rioja Alavesa y, por ende, de la Denominación de Origen Rioja. El artífice es Fernando Remírez de Ganuza, que diseñó un proyecto revolucionario (por su simpleza y perfección) después de 20 años dedicándose a la compra, acondicionamiento y venta de viñas viejas, lo que le otorgó un conocimiento de la viticultura riojana a la altura de muy pocos.
Su vino cumbre quizá sea este Gran Reserva (al menos según los puntos Parker), pero ante la dificultad de hacerse con una botella (por no hablar del precio), te recomendamos también Trasnocho, un tinto espectacular.
Vega Sicilia Único 1962
Vega Sicilia, que ya tiene más de 150 años de historia (fue fundada en 1864, en Valbuena de Duero, Valladolid, por Eloy Lecanda y Chaves), sigue manteniendo su sistema de cupo, uno de los clubs más exclusivos de España al que pertenecen poco más de 5.000 miembros de más de 115 países –entre clientes privados, restaurantes y tiendas– con el derecho a comprar sus vinos directamente de la bodega, a un precio fijo y con una cantidad de botellas asegurada.
Es posiblemente la bodega más reconocida y cotizada de España a nivel mundial (Sotheby’s llegó a vender en una subasta en Nueva York un lote de 23 botellas de cosechas de los 60 y 70 por 102.000 dólares), pero sólo uno de sus vinos ha llegado a recibir 100 puntos Parker: el Vega Sicilia Único 1962. Es un exponente del gran reserva de añada, que sigue siendo el estandarte de la bodega y que se suele comercializar 10 años después de su cosecha.
L’Ermita 2013 (Álvaro Palacios)
Álvaro Palacios es probablemente el enólogo y bodeguero más relevante que tenemos ahora mismo en España (bueno, todos en la familia Palacios son unos genios). Si se pone detrás de un vino, da igual que sea en El Bierzo, La Rioja o El Priorat, éste se convierte en oro.
Elabora vinos de una amplia gama de precios y uvas, y no hay ni uno solo que no merezca la pena, pero el mito, el que le encumbró, es L’Ermita (Priorat), el primer vino de Gran Viña Clasificada de España (el primer paso para disputar el trono a los grandes franceses), uno de los más caros que se producen en nuestro país y cuya añada de 2013 conquistó por completo a The Wine Advocate. Ya no está disponible, pero se ha llegado a vender por precios cercanos a los 2.000 euros. La añada de 2018, que llegó a los 99 puntos Parker, la puedes encontrar por
Reliquia Palo Cortado (Bodegas Barbadillo)
Los vinos del Marco de Jerez siempre han gozado de respeto y admiración por parte de The Wine Advocate. Son muchísimos los que han recibido puntuaciones superiores a 90 y unos pocos han llegado incluso a los 100. El primero que lo consiguió fue este palo cortado de Barbadillo, que encuentra su origen en una soleras adquiridas en el siglo XIX.
Rumbo al Norte 2016 (Comando G)
Uno de los últimos vinos españoles en recibir 100 puntos Parker sorprende por su procedencia: Sierra de Gredos, en la zona de Alto Alberche (Ávila). Lo elabora Comando G, que alude a la garnacha, la única uva que conforma este vino y en el que alcanza la máxima expresión.
Pingus 2004, 2012, 2014 y 2018 (Dominio de Pingus)
No hace falta descubrirle a cualquier buen aficionado al vino las creaciones del danés afincado en España (en Quintanilla de Onésimo, Valladolid) Peter Sisseck. Y el idilio de Robert Parker con Pingus viene de lejos: ya calificó su primera añada, la de 1995, como «uno de los mejores vinos que he probado nunca”. La última en recibir los 100 puntos Parker es la de 2018.
https://www.robertparker.com/articles/the-wine-advocate
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