Hoy 22 de Octubre celebramos el Día Internacional del Champagne, cada tercer viernes de Octubre es la conmemoración de las bebidas más consumidas en todo el mundo, denominación que se le da al espumoso elaborado en la región francesa.
El champagne es símbolo de alegría, fiesta, lujo y distinción. No es para menos, desde el siglo XVII cuando la corte francesa lo puso de moda, se convirtió en la bebida favorita de la nobleza y burguesía europeas. Sin duda, reunía todos los requisitos para ser un vino elitista, era caro, novedoso y escaso.
Un poco de su historia
El champagne fue descubierto accidentalmente por un monje llamado Dom Pierre Pérignon en el siglo XII al norte de Francia, en la región de Champagne donde ya se producían vinos tintos y blancos de mesa, el monje era el responsable de la bodega y la cava de la abadía benedictina, tras el invierno, observó que en el vino solían soltar pequeñas burbujas y estas al ser acumuladas en gran cantidad hacían disparar los tapones de las botellas e incluso explotarlas. Aunque en un principio hizo todo lo posible para hacerlas desaparecer, un buen día decidió probar el líquido efervescente y se dice que asi fue su descubrimiento del gran elixir , ideal para brindar , homenajear agasajar y conmemorar una especial celebración.
El champagne es un vino espumoso que contiene anhídrido carbónico obtenido de forma natural, tras la fermentación alcohólica del mosto de uva.
Su elaboración es semejante a la de otros vinos espumosos como el cava español y el espumante italiano aunque, desde hace algunos años, el término «método champenoise» define exclusivamente al proceso de elaboración de los vinos obtenidos por este método en la región de la Champagne francesa. En su producción se cuidan todos los detalles, desde la elección de las mejores uvas hasta el diseño del etiquetado.
Existen espumosos, donde el gas se consigue haciendo que haya una segunda fermentación en botella y otros con gas añadido. También se diferencian, al menos en la Argentina, según los gramos de azúcar residual por litro, lo que dará mayor o menor dulzor en boca, y se clasifican en: Nature: menos de 3 gramos, Brut Nature: menos de 7 gramos, Extra Brut: menos de 11 gramos, Extra Brut: menos de 11 gramos, Extra Brut: menos de 11 gramos
Las únicas variedades de uvas legalmente autorizadas para la elaboración del Chanmpagne son las oriundas de la región de la Champagne, la Pinot Noir, Pinot Meunier y la Chardonnay. Las dos primeras son uvas tintas, mientras que la última es blanca.
A pesar de elaborarse con dos terceras partes de uvas tintas, el champagne es un vino blanco y eso es posible gracias al sistema de prensado inmediato aplicado para que el mosto fluya rápidamente y los pigmentos de la piel de la uva negra no tengan tiempo de teñirlo.
Este mosto se somete a una primera fermentación, donde el azúcar se transforma en alcohol, dando lugar a un vino base, joven, a combinar con otros vinos jóvenes de la región obtenidos por el mismo procedimiento.
El proceso de mezcla, que se conoce por ensamblaje, requiere un cuidado especial ya que se pueden emplear hasta veinte tipos de vinos en una proporción que varía de año en año para conseguir un champagne concreto, de calidad y gusto acordes con la tradición de la casa elaboradora.
Ya en la botella, este vino sufre una segunda fermentación tras la adición de azúcares y levaduras en una operación conocida como tiraje.
En ella, las levaduras transforman lentamente el azúcar en alcohol produciendo dióxido de carbono. Después se dejará envejecer en bodega al menos 15 meses en el caso del champagne clásico ó 5 años para un millésimé.
Transcurrido este periodo, las botellas se remueven diariamente de dos a ocho semanas, según se haga mecánica o manualmente.
Al mismo tiempo se va aumentando el grado de inclinación de las botellas en los pupitres donde están depositadas, a fin de que las levaduras o posos se depositen en el cuello de la botella donde serán posteriormente eliminados, en una operación llamada degüelle. Actualmente este proceso se realiza congelando previamente el cuello de las botellas, a una temperatura de –20ºC.
De esta manera, parte del vino que contiene los sedimentos y que está unido al tapón, se congela y, después de dar la vuelta a la botella y destaparla, por la presión de la botella es expulsado, quedando un líquido totalmente transparente.
Finalmente, para compensar la pérdida de líquido, se añade un licor de expedición, preparado con vino y azúcar en una proporción determinada por el tipo de champagne.
Variedades y datos
En el etiquetado de las botellas de champagne franceses es común ver inscritas distintas denominaciones alusivas a sus características de elaboración: Millésime o Vintage identifica a un champagne exclusivo, con añada, que únicamente se elabora cuando la cosecha tiene unas características especiales.
Grand Millésimé es un champagne de añada, elaborado exclusivamente cuando la vendimia es considerada excelente en toda la región.
Blancs de Blancs indica que es un champagne elaborado exclusivamente con uvas blancas de la variedad Chardonnay. Blanc de Noirs, que se ha elaborado sólo con vinos de uvas tintas Pinot Noir y Meunier.
Brut nature es un champagne al que no se ha adicionado licor de expedición ni tampoco azúcar. Extra-Brut indica un contenido de azúcar que varía de 0 a 6 gramos por litro. Brut, que tiene menos de 15 g de azúcar por litro.
Extra-seco presenta de 12 a 20 g/L de azúcar. Seco, su contenido en azúcar está comprendido entre 17 y 35 g/L. Semi-seco, con 33 a 50 g/L de azúcar. Dulce, con más de 50 g de azúcar por litro
El gran éxito del champagne reside en el intenso y delicado aroma y la sensación refrescante que produce en el paladar. Nutricionalmente, es un alimento de «calorías vacías», pues únicamente aporta energía obtenida a partir del alcohol y los azúcares que contiene.
Las botellas de champagne están especialmente diseñadas para resistir la presión del carbónico responsable de sus burbujas, por esta razón son de cristal grueso y oscuro.
Se deben guardar en posición horizontal para que el corcho, en contacto con el vino, impida todo intercambio con el exterior, y en un lugar fresco y protegido de la luz.
El champagne es un ideal abrebocas, ya que prepara las papilas gustativas de la boca para lo que viene luego, antes y durante la misma, pues combina muy bien con la mayoría de los platos, salvo los muy condimentados.
Aquí una lista de The Best Champagnes of 2021 a nivel mundial , aunque en Argentina tenemos excelentísimos exponentes para probar . Salud !
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