Chazuta, el reino ancestral de la cerámica y el puro cacao

El gran Encuentro Bioceánico Hispano Latino de Gastronomía (ENBHIGA), que este año expandió sus fronteras, se realizó, entre el 3 y 8 de octubre, en la Amazonia peruana. 25 representantes entre cocineros y periodistas patagónicos de Chile y Argentina llegamos al Perú para recorrerlo, de la selva amazónica,Tarapoto, Chazuta, en la región San Martín, hasta llegar al mar limeño.

Cinco días una extensa agenda de actividades donde el principal objetivo fue interactuar con los estudiantes y profesionales del turismo y la gastronomía.

Luego de sorpendernos con los maravillosos tonos verdes de la Selva Amazónica, su clima caluroso y húmedo y sus particulares productos, nos dirijimos a Chazuta, un pueblo selvático donde su gente nos recibió muy cordialmente, casi como un acontecimiento para el pueblo.

El trabajo de las mujeres de Chazuta es destacable, formaron unidas una asociacion de productores y emprendedores que les posiblita vender sus producciones como fuente de ganancia, creando Fundos de Ecoturismo ecológico, emprendimientos rurales inclusivos, producción y comercialización de artesanías

Chazuta es un distrito amazónico de la provincia de San Martín que sobresale por su cerámica tradicional, con técnicas de origen prehispanas, con un alto nivel de perfección y detalle. Es una de las expresiones culturales más significativas del lugar que además, se ha convertido en una herramienta para el desarrollo económico local. El Ministerio de Cultura declaró a la cerámica de Chazuta como Patrimonio Cultural de la Nación, ya que presenta técnicas milenarias, conserva sus valores y retrata el significado que representa como identidad. 

Para la decoración se utilizan los colores rojo, blanco y negro, obtenidos de elementos naturales.

El detalle, la técnica, clasificación de las vasijas y los significados de la iconografía de la cerámica de Chazuta han sido registrados en el libro “Chazuta, Arte Ancestral”, de Juana Bartra y Alfredo Narváez. Una investigación promovida por el Gobierno Regional de San Martín.

Luego de una ceremonia, con palabras de bienvenida, canto del himno local de Chazuta, y palabras muy emotivas, el Alcalde Ing. Díaz Vela, de la Municipalidad Distrital de Chazuta, nos hizo entrega de una mención muy especial, dónde nos declaran y reconocieron a cada uno de nosotros, mediante un documento, como Personajes ilustres del Distrito de Chazuta«, todo un acontecimiento, nuestra visita, para ellos y para nosotros una experiencia sinigual y un intercambio muy enriquecedor.

Disfrutamos una participación cultural con danzas típicas, por alumnos de la I.E San Pedro, hubo brindis con coctel de caco, presentación y exposición de emprendimientos, degustación de comidas regionales, preparadas por las manos gastronómicas chazutinas y visitamos la sala del Museo de Wasichay.

También Conocimos allí, la planta de Chocolate Mishki Cacao, establecimiento en el que trabajan una asociación de mujeres productoras de Cacao, dedicadas a producir, cosechar y elaborar chocolate artesanal, como sustento de sus hogares.

En la plaza del pueblo se realizó la intervención gastronómica dispuesta para el día, dónde los cocineros internacionales de Enbhiga, patagónicos argentinos, Chilenos, y el Chef Saharaui occidental, prepararon platos únicos, interactuando con alumnos locales y crearon recetas originales, con productos traídos de sus regiones, fusionados con frutas locales y el infaltable cacao, explosión de sabores, colores y texturas.

Probamos cacao en todas sus formas, en panes, en cocteleria y en salseados, muy versátil y con propiedades antioxidante, sublime experiencia con la creatividad, conocimientos y técnicas aportadas por los chefs y cerramos la intervención con el agradecimiento y despedida por la presidenta del Comité de Gestión de Turismo Chazuta.

Cerramos la jornada con una gran cena en el emblemático Restaurante La Patarashca, atendido por sus dueños, que celebró recientemente sus 30 años, nos contaron la historia de la creación del lugar y como es su modo de trabajo, y disfrutamos deliciosos platos del chef local residente, y coctelería, con deliciosos frutos y productos locales de la Amazonía. El restaurante la Patarashca es uno de los mejores establecimientos para probar la comida regional de Tarapoto. Los platos combinan tradición y la sofisticación de la alta cocina y poseen un alto nivel de elaboración.

Comenta una reconocida chef patagónica de nuestro equipo “De esta experiencia destaco la amabilidad de la gente, su hospitalidad y generosidad. Más selva adentro, las personas nos abrieron las puertas de su casa para compartirnos y mostrarnos sus productos, sus recetas y pudimos generar un intercambio entre sus productos y nuestras técnicas de cocina. Esto da lugar a una gastronomía innovadora, con sello propio. Puntualmente en este caso pude preparar un ceviche con las frutas de estación del lugar y una piña asada a las brasas con jamón de guanaco, combinando e intercambiando productos y técnicas”Todos estaban felices de poder compartir su trabajo, su pasión y su historia. Algo que noté en todos los lugares que recorrimos es que están agrupados en asociaciones de productores o emprendedores, muchas de ellas de mujeres emprendedoras que son el sustento del hogar «La gastronomía, se puede concluir, como el arte de representar las tradiciones, vivencias y conocimientos locales de un lugar mediante el buen comer y generando beneficios sociales para la comunidad en el proceso.»

Días vividos al máximo y mucho para contar, experiencias que definitivamente nos enriquecieron y marcaron como personas, tanta hospitalidad, tanta alegría con tan poco, y tanta fuerza humana de llevar adelante sus hogares con sus producciones y su sustento, hacen valorar más cada artesanía, cada pieza, cada chocolate, todo con mucho trabajo por detrás, pero ante todo conocimos personas agradecidas por darles la oportunidad de conocerlos y poner en valor, su región. Costumbres, historia, tradición familiar, y la dedicación de sus mujeres, quienes, generación tras generación, transmiten a sus hijas los conocimientos ancestrales, a través del arte y la cocina, inculcando así un vínculo afectivo con su pasado y cultura.